Cuando trabajas en obras civiles o de construcción, probablemente estás exponiendo a tus empleados a innumerables riesgos, no solo de salud, sino también de seguridad. Un pequeño objeto caído a una gran altura puede ocasionar daños increíblemente catastróficos, es por eso que a pesar de los avances, no hay mejor herramienta para proteger a los empleados que los cascos de seguridad.
Exige a tus empleados el uso del casco cuando estén en el entorno laboral, sin excepciones. Aunque los cascos son solo un poco más pesados que una gorra de béisbol estándar, habrá quejas de que los cascos son demasiado pesados e incómodos de llevar. Recuérdales los daños significativos que pueden ser causados por la caída de un ladrillo, herramienta o pieza de madera. Cualquiera sea la queja, prepara una respuesta eficaz para demostrar la necesidad de los cascos de seguridad. Pueden estar salvando su propia vida al hacerlo.
Los cascos no son simplemente para la protección de la cabeza, pueden proteger contra los impactos del área superior del cuerpo como las orejas, nariz, ojos, boca, cuello, hombros, la parte superior del pecho y la espalda. Las características básicas del casco común es su cubierta externa dura, que es resistente a golpes. Un sistema de suspensión en el casco absorbe el golpe cuando un objeto lo golpea.
Deberás reemplazar el casco de tus empleados cada vez que haya sufrido algún golpe con un objeto pesado o simplemente se muestre dañado. No lo intentes reparar, alterar o cualquier cosa que te haga pensar que ahorras dinero porque podrías estar poniendo en riesgo la integridad de los empleados por solo el casco de seguridad.
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